Entre flores, globos blancos y un profundo silencio, Kevin Ramos fue despedido este domingo por su familia, amigos y comunidad. A sus 11 años, el pequeño ciclista fue víctima de un trágico atropellamiento que ha dejado a Ciudad Victoria conmovida y exigiendo justicia.
Una caravana de automovilistas y ciclistas acompañó el cortejo fúnebre hasta el panteón Jardines del Recuerdo, ubicado junto al fraccionamiento Puerta de Hierro. Al frente, una patrulla de Tránsito abría paso con respeto, en un ambiente sin cláxones ni ruido, solo el leve golpeteo de las llantas sobre el pavimento.
Los ciclistas, con cascos y el corazón roto, pedaleaban en silencio. Kevin era parte de ellos. Montar bicicleta era una de sus pasiones. También jugaba básquetbol en el equipo Panteras y estudiaba en la primaria Leona Vicario. Además, formaba parte del coro infantil “Amigos de Domingo Savio” de la capilla San Martín Caballero, y era alumno del CEINA, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
El accidente ocurrió el viernes pasado, sobre la avenida José Sulaimán Chagnon. Un camión de la empresa Transportes Castores atropelló al niño. Testigos aseguran que el conductor no llamó al 911 ni solicitó ayuda médica, sino que lo subió a su unidad y lo llevó a las oficinas de la empresa, lo que retrasó la atención.
“Según testigos, el conductor no solicitó ayuda médica ni llamó al 911, sino que optó por trasladar al menor a la base de la empresa”.
Los padres denunciaron que la compañía intentó sobornarlos para evitar que el caso se hiciera público. Kevin llegó al hospital en estado crítico. Pese a recibir una transfusión, no logró sobrevivir. De acuerdo con los médicos, una atención oportuna pudo haber cambiado el desenlace.
La Fiscalía General de Justicia del Estado mantiene abierta la investigación. Hasta ahora, no se ha confirmado si se practicó una prueba de alcoholemia al conductor. En caso de comprobarse responsabilidad, podría enfrentar hasta 14 años de prisión por homicidio culposo agravado y abandono de persona.
Kevin ya descansa en paz. Pero la ciudad no. El dolor y la indignación siguen creciendo. Su historia, breve pero significativa, ha tocado a muchas personas. #JusticiaParaKevin es el clamor que circula en redes, donde ciudadanos exigen que este caso no quede impune.