En pleno mediodía, con los termómetros marcando más de 42 grados y el pavimento ardiendo, muchas casas de Ciudad Victoria abren la llave solo para encontrarse con aire caliente.
El tandeo, esa práctica de racionar el agua, ha regresado a pesar de que la presa Vicente Guerrero aún se mantiene con más de la mitad de su capacidad. De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el 22 de abril el embalse estaba al 59.3 %, muy por encima del crítico 7 % registrado en 2024.
Sin embargo, desde marzo la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Comapa) puso en marcha un nuevo programa de tandeos, argumentando que otras fuentes como el manantial de La Peñita y los pozos urbanos comenzaron a disminuir su producción.
“Se fueron las lluvias y se acabó el agua”
Así lo resumió Raúl Quiroga, secretario estatal de Recursos Hidráulicos. Según explicó, la ciudad necesita más de 2 mil litros por segundo, pero actualmente solo se reciben 900 de la presa, 280 de La Peñita y 300 de los pozos. Este déficit ya afecta a más de 50 colonias.
Aunque Comapa promete servicio un día sí y otro no, las fugas, fallas en válvulas y la alta demanda por el calor impiden que se cumpla el calendario. En colonias como Las Adelitas o Ampliación Estudiantil, vecinos cuentan que a veces el agua llega de madrugada, otras no llega.
Para cubrir los sectores más vulnerables, Comapa opera una flotilla de 30 pipas que atienden a unas 4 mil familias, aunque apenas alcanza para llenar algunas cubetas o aljibes. “La imagen de los garrafones bajo el sol se repite en los barrios periféricos”, se lee en la nota original.
Sin agua… y con calor extremo
El contexto no podría ser peor: Protección Civil alertó que Victoria atraviesa una ola de calor con temperaturas de hasta 45 °C y noches que no bajan de los 27 °C. El Hospital Civil ya ha reportado un incremento en casos de deshidratación, diarrea y dermatitis por falta de higiene.
Para María Luisa Hernández, vecina del fraccionamiento Todos por México, la situación es clara:
“No se vale que nos racionen cuando el agua está ahí”.
Su molestia refleja una preocupación general: hay agua almacenada, pero la red pierde hasta 42 % del líquido por fugas y conexiones clandestinas, según la propia Comapa.
El agua como derecho humano
La Comisión de Derechos Humanos de Tamaulipas (Codhet) ya intervino. El pasado 28 de abril, emitió su primera recomendación de 2025 exigiendo a Comapa garantizar un abasto “suficiente, salubre, aceptable y asequible”, sin discriminar colonias.
El organismo también pidió suspender cortes por falta de pago durante olas de calor, realizar pruebas de calidad del agua y abrir refugios climáticos con bebederos permanentes.
¿Solución técnica o voluntad política?
Según expertos del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, es posible sostener a Victoria solo con la presa, pero se requiere una red eficiente, sin fugas, y una inversión de al menos mil millones de pesos en tuberías, tanques y sectorización.
El Ayuntamiento afirma que gestiona recursos ante el Fondo Nacional de Infraestructura y promete lanzar un visor digital en tiempo real para informar a la ciudadanía sobre los horarios de suministro. Pero vecinos afirman que la pantalla verde no siempre garantiza agua en las tinajas.
Entre tanto, organizaciones civiles proponen instalar puntos de hidratación, duchas comunitarias y entregar kits de almacenamiento a familias vulnerables.
Mientras tanto, el déficit de agua podría alcanzar 500 litros por segundo en julio, justo cuando inicia la canícula.
“El problema no está allá, está acá, en las tuberías”, dice un ingeniero jubilado al ver el nivel de la presa Vicente Guerrero.
Y hasta que no se entienda y se invierta en la infraestructura, el tandeo seguirá siendo una realidad impuesta que pone en riesgo la salud y la dignidad.