Tamaulipas atraviesa una severa crisis hídrica declarada en octubre de 2025, con niveles críticos en embalses fundamentales como la presa La Amistad, que apenas mantiene el 25% de su capacidad, y la presa Falcón con un 4.2%. Esta situación pone en riesgo el abastecimiento para población, agricultura e industria, siendo esta última uno de los sectores que mayor impacto tiene en el consumo de agua en la entidad.
Orbia (Mexichem) Altamira: mayor consumidora industrial
La planta química y petroquímica de Orbia en Altamira es la mayor consumidora de agua industrial en Tamaulipas. Su producción de resinas y compuestos químicos requiere un elevado uso de agua, motivo por el cual la empresa ha impulsado campañas de eficiencia hídrica y reutilización para enfrentar la escasez que afecta a la región.
Sector petroquímico en Altamira y Tampico, bajo presión
Empresas del sector petroquímico como Ternium, que produce acero, y importantes plantas procesadoras como Cervecería Cuauhtémoc y grandes fabricantes de bebidas en Altamira y Tampico son también muy demandantes de recursos hídricos. A raíz de la crisis, el gobierno estatal ha implementado recortes de agua a estas industrias, con la suspensión temporal de operaciones en algunas unidades para reducir el consumo y preservar el abasto para usos prioritarios.
Industrias alimentarias y bebidas: retos y compromisos
Compañías como Coca-Cola, Pepsi, Jumex y Bimbo tienen plantas en Tamaulipas que representan alta demanda de agua para producción y procesos industriales. En este contexto, estas empresas trabajan en la implementación de tecnologías para el tratamiento y reciclaje de aguas residuales, así como en la captación y manejo eficiente del agua pluvial, como parte de su compromiso para mitigar la crisis.
Contexto y situación actual
De acuerdo con datos recientes de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), la presa La Amistad, ubicada en la frontera con Estados Unidos, se encuentra en un nivel crítico del 25% de almacenamiento total, lo que representa solo un leve incremento de 3.5 puntos porcentuales respecto al año pasado. La región ha mantenido un patrón de bajas precipitaciones que han afectado el volumen de agua almacenada.
Ramón Meza, representante de la CILA, señaló que si no se presentan lluvias significativas antes del cierre de la temporada de huracanes, que termina en noviembre, los niveles podrían seguir disminuyendo, amenazando el abasto tanto para consumo humano como agrícola e industrial.
Retos y perspectivas
Las autoridades resaltan la importancia de implementar soluciones a largo plazo que incluyan modernización de sistemas de riego, captación de agua pluvial, reutilización y reciclaje, y sobre todo, una gestión equilibrada que permita garantizar agua para la población sin paralizar la actividad industrial, principal motor económico del estado.
La crisis en Tamaulipas es un llamado urgente para fomentar prácticas sustentables y asegurar la sostenibilidad hídrica en la región, donde las grandes industrias tienen un rol fundamental.